Un lugar mágico y atrapante, un lugar fascinante dentro de una región igualmente atrapante, la Puna.
Su paisaje parece tallado en esta piedra, de origen volcánica, y que ha dado origen a estas formaciones al caer en esta extensa área y enfriarse, hace millones de años.
El resto de la tarea estuvo a cargo del viento puneño, que terminó de darles estas maravillosas formas.
A su vez, este campo, de 60x20 km. de extensión se encuentra rodeado de médanos tan atrapantes como las mismas geoformas.
Estas fotos fueron posibles gracias a la empresa Socompa y especialmente a Sebastián Del Val, quien no sólo me guió, sino que también accedió a la idea de quedarnos en este lugar hasta la noche, para fotografiarlo bajo la vía
láctea, sabiendo que íbamos a tener temperaturas de -10ºC y que el camino de vuelta iba a ser dificultoso, dada la hora y el terreno.
No usar, ni reproducir las fotos sin mi permiso.